Alternativas de harinas saludables en la elaboracion de pan

07.05.2021

Harina de maíz

Se suele relacionar con la elaboración de tortitas y empanadillas. También se usa para espesar sopas, salsas y guisos. Y puedes encontrar bizcochos, bollos y galletas.

En la elaboración de pan se suele mezclar con otras harinas para que le den fuerza. Es muy completa, tiene vitaminas A, K, E y del grupo B.

Además de minerales como magnesio, cobre, fósforo, potasio, sodio, hierro y calcio. Nos aporta fibra y proteína vegetal. La convierte en una gran opción para incluir en tu dieta.

Harina de espelta

La espelta se digiere mejor que el trigo al tener menor contenido en glúten. Se usa para panes más compactos. O se mezcla con otros cereales para obtener otras texturas.

La espelta nos aporta fibra y vitamina E y del grupo B. Cuenta con ácidos grasos Omega 3 y 6. Sin olvidar los minerales como potasio, magnesio, silicio, zinc, sodio y calcio.

Harina de centeno

Después del trigo, la harina de centeno es la más usada en la elaboración de pan y galletas saladas. No se suele usar en repostería, porque da un sabor ligeramente amargo.

Contiene fósforo, calcio, yodo, potasio, magnesio, sodio, selenio, zinc. Vitaminas del grupo B y E, fibra y carbohidratos. Por lo que su valor nutritivo es muy completo.

Harina de avena

Esta harina se suele usar mucho en repostería porque tiene un sabor suave y una textura muy fina. Ocurre lo mismo en el pan, donde se suele mezclar con harina de trigo.

La avena es muy nutritiva, tiene minerales como fósforo, calcio, magnesio, cromo y zinc. Cuenta con ácidos grasos esenciales, fibra y carbohidratos. Y vitaminas del grupo B y E.

Harina de trigo

Es sin duda la harina más conocida y más usada. La harina de trigo no es mala opción, de hecho cuenta con muchos beneficios.

El problema ha sido que al ser la más usada, el grano del cereal se ha ido modificando. Y es este trigo moderno el que da problemas en la salud.

Evitar este inconveniente es sencillo si se usa una variedad antigua no modificada. Y un proceso de fermentación lenta ¡como el pan de siempre!

Esta harina se emplea para todo, dulce o salado. El trigo nos aporta hidratos, fibra y proteína vegetal. También vitaminas del grupo B, A y E. Además de minerales como selenio, calcio, potasio, magnesio, hierro y zinc.

Harina de trigo persa

El trigo persa es la variedad más antigua de trigo que se conoce. Con su harina se elaboran panes, pastas, focaccias y repostería, pues tiene un sabor más dulce que otros cereales.

Es rico en proteínas, fibra y tiene propiedades antiinflamatorias. Cuenta con alto contenido en minerales como selenio, fósforo, magnesio y zinc. Y también vitamina E.

Harina de trigo sarraceno

Que no te despiste su nombre, pues el trigo sarraceno no es trigo. De hecho no es un cereal, es una semilla de la planta de la misma familia que el ruibarbo.

Cuando sucede esto se le da el nombre de pseudocereal. Esta harina se usa para espesar salsas o para hacer repostería, como galletas.

Cuando se elabora pan con ella, se suele mezclar con harina de otro cereal. Así se evita que quede tan denso, obteniendo más volumen y una textura más suave.

Entre sus propiedades tiene ácidos grasos omega 3 y omega 6, carbohidratos, fibra y los 9 aminoácidos esenciales. Así como vitaminas del grupo B y minerales como calcio, hierro, selenio, fósforo, potasio, magnesio y zinc.

Hay muchas opciones para elaborar pan saludable con harinas más nutritivas. El buen pan no se realiza con harina refinada de trigo moderno, sino con cereales antiguos.

Además es muy importante su elaboración. Si se usan fermentos y un proceso de fermentación larga, se logra un pan muy digestivo y sano.

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